Día 56. “Quizás el mundo necesite uno…vivo. Un héroe para salvar el mundo”. Hancock (Peter Berg, 2008)

La bondad juega al escondite demasiado a menudo. Todos sabemos que un momento feliz ha de aprovecharse al máximo, porque tal vez no se repetirá. Aquí, en este mundo, en que el sufrimiento es lo habitual, necesitamos motivos para creer. Se hacen necesarios los héroes, líderes que nos ayuden a superar nuestros miedos…clavos ardiendo a los que agarrarnos.

“Me hicieron para proteger, no para amar. No sé hacer otra cosa”. (El Quinto Elemento, dirigida por Nicolas Coquard en 1998)

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Día 5. "Mil fuentes". La Terminal (Steven Spielberg, 2004)

Lo que regaló Napoleón a Josefina cuando conquistó Baviera. La luz descompuesta en colores infinitos, la música del agua, el inicio de la vida. O la vida misma. A veces algo tan sencillo como el arrullo del agua hace que despierten todos los sentidos. Biktor (¿se escribirá así?) porta una promesa en una lata de cacahuetes. Un sueño. El camino fue largo, la espera, aún más. Como la vida. Las cosas suceden así. A veces merece la pena esperar y disfrutar cada minuto, aunque sea en medio de la nada o, lo que es lo mismo, en medio de la multitud que no lee, que no ve, que anda su camino sin pensar en nada más.
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