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Mostrando entradas de febrero, 2008

Día 47. “Es difícil estar enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo...” American Beauty (Sam Mendes, 1999)

“ Es difícil estar enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la viera toda a la vez y es demasiado. Mi corazón se llena como un globo que está a punto de estallar... Y entonces recuerdo que tengo que relajarme y no intentar aferrarme a ella, y entonces fluye a través de mí como la lluvia y no puedo dejar de sentir gratitud por cada simple momento de mi estúpida y pequeña vida... No tienes idea de lo que estoy hablando. Pero no te preocupes... algún día la tendrás ." (Lester Burham en 'American Beauty')

Día 46. “Pero incluso los enemigos pueden respetarse” Troya (Wolfgang Petersen, 2004)

Aquiles. - " Mañana seguirás siendo mi enemigo ." Príamo. -" Tu sigues siendo mi enemigo esta noche. Pero incluso los enemigos pueden respetarse .” No hacen falta más palabras...

Día 45. “No recuerdo haberte olvidado”. Memento (Christopher Nolan, 2000)

¿Y si el único modo de sobrevivir a la verdad es vivir en una inmensa mentira? ¿Olvidar, segundo a segundo, todo lo que ocurra? ¿Y si la clave de la felicidad consiste en disfrutar cada momento como si fuera único? Y evitar así la nostalgia, aunque formen parte de ella las ilusiones y los sueños: “ Podría quemar toneladas de tus cosas y no lo recordaría. No recuerdo haberte olvidado ”. (Memento).

Día 44. “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos". Casablanca (Michael Curtiz, 1942)

El amor se presenta en el momento más inesperado. De improviso. Inevitable. Imposible de eludir. Sólo pueden dejarse llevar, nadar en el sentido de la corriente. E intentar sobrevivir. “ Y grito a Dios: mi amor, mi vida, mi tesoro, mi amor. Mi corazón no os dejará ni un segundo, porque soy, Y también seré, en el otro mundo, quien os amó desmesuradamente ”. (Cyrano de Bergerac, dirigida por Jean-Paul Rappeneau, 1990)

Día 43. “Les he dado la felicidad que no tuvieron” Expiación (Joe Wright, 2007)

Un momento. Un único instante basta para cambiar la vida de una persona. Puede convertirse en una oportunidad o en una puerta hacia el abismo. En alguna ocasión de nuestra vida todos nos encontramos ante ese momento. Y entonces el destino juega con nosotros, con mayor o menor fortuna. Dependemos de nosotros mismos (y nos podemos equivocar) o, lo que es peor: de otros, de sus prejuicios, de su buena o su mala fe, de la imagen que tiene de nosotros. Estamos vendidos. “ A veces la gente necesita que la perdonen. Y eso es lo más duro. Que podemos perdonar. ” (Magnolia, dirigida por Paul Thomas Anderson, 1999)