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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Día 75. “Todo lo demás es polvo y aire” Gladiator (Ridley Scott, 2000)

Lo más valioso. Querer y sentirse querido. Lo único que merece la pena en este mundo tantas veces invadido por el egoísmo. Todo lo que no sean aquellos a quienes amamos y que nos aman, es la nada, polvo y aire.

Día 74. “Cuando una mariposa abandona la seguridad de su capullo, ¿se da cuenta de lo hermosa que se ha vuelto?” Cuatro Vidas (Jieho Lee, 2007)

“…¿O se sigue viendo como una oruga?” Es una afirmación válida también para el ser humano. Porque, aunque sea por un momento, la sensación de libertad muestra nuestra belleza en toda su plenitud. A pesar de los miedos, del vértigo…de asumir riesgos.

Día 73. “Por la cándida adolescencia” Memorias de África (Sydney Pollack, 1985)

Brindemos por ella. Por esa etapa de nuestra existencia en que reina la confusión, los sentimientos que desbordan, los amores infinitos. No hay momento en que la vida sea más intensa. Brindemos por esa adolescencia que en realidad nunca nos abandona. Porque todos, en el fondo, somos eternos adolescentes. Porque todos, en el fondo, estamos expuestos a cuestionarnos en cualquier momento de nuestra vida.

Día 72. “¿Dónde quedan el amor y la amistad? ¿Dónde quedan?” Una palabra tuya‏ (Ángeles González-Sinde, 2008)

En el corazón. Ahí quedan. Alimentan el alma de quien nos rodea, alimentan nuestra alma. No hay nada más hermoso que dar y recibir cariño. Es lo que hace maravilloso al ser humano.

Dia 71.” A veces el hombre debe ser muy grande para ver lo pequeño que es”. El Tren de las 3:10 (James Mangold, 2007)

La humildad debería, en cierto modo, ser connatural al ser humano, pero no parece ser así. A lo largo de su vida, el ser humano aprende que incluso sus propios sentimientos pueden destruirle. ¿Qué no podría hacer el mundo que le rodea, que es inmenso, infinito a su lado?

Día 70. “Es hora de morir” Blade Runner (Ridley Scott, 1982)

Hora de olvidar aquello que nos hizo lamentarnos, que nos arrancó lágrimas ya sin sentido. Hora de recordar lo más dulce, lo mejor que haya pasado en nuestra vida: aunque sea lo más escaso, es lo más valioso. Hora, en definitiva, de resumir los momentos que endulzarán una despedida necesaria. “ He aquí que veo a mi padre. He aquí que veo a mi madre, a mis hermanas y a mis hermanos. He aquí que veo el linaje de mi pueblo hasta sus principios. Y he aquí que me llaman. Me piden que ocupe mi lugar entre ellos, en los atrios del Valhalla, el lugar donde viven los valientes, para siempre ” (El Guerrero nº 13, dirigida por John McTiernan en 1999).